Descripción
Para qué sirve el psyllium
Para gelificar
La fibra de psyllium, además de tener propiedades nutricionales y metabólicas, posee funcionalidades tecnológicas interesantes. Antes hemos dicho que se trata de un mucílago, es decir de una sustancia hidrocoloide que permite absorber una gran cantidad de agua, retenerla y formar una masa viscosa y pegajosa. Por ello, generalmente mejora las propiedades físicas de las masas sin gluten debido a su poder gelificante.
Para espesar
También presenta un alto poder espesante, similar al del gel de chía o lino o la goma xantana que la industria suele añadir para retener el agua en las formulaciones. La incorporación de psyllium presenta una ventaja, ya que no es considerado como un aditivo y contribuiríamos a crear etiquetas más limpias.
Sin embargo, es importante tener en cuenta qué cantidad se ha de incorporar para que pueda ser viable. En ocasiones, es posible que la cantidad necesaria sea muy elevada y por su alta capacidad espesante, puede resultar en un producto no muy deseable organolépticamente. Por ello, hay que destacar que al añadir psyllium, es necesario incorporar una elevada cantidad de agua a la formulación para evitar obtener un producto con una elevada dureza.
Para mejorar texturas
Se suele emplear como emulsionante, estabilizador e incluso como sustituto de las grasas para obtener productos con una textura mejorada.
Para sustituir al gluten
El psyllium se puede añadir a pudins, bizcochos o panes en pequeñas cantidades para aprovechar su capacidad para absorber agua y mejorar por tanto, la reología de las masas. Añadiendo mayores cantidades, también se pueden obtener productos con mayor jugosidad y mayor humedad, pero su mayor aplicación resulta como sustituto del gluten.
La celiaquía es la intolerancia alimentaria más común en la población mundial. Hasta la fecha, el único tratamiento es dietético: se ha de eliminar por completo toda fuente de gluten, lo que dificulta en gran medida la elección de alimentos y su preparación por parte de los que la padecen.
Una de las mayores dificultades tecnológicas reside en conseguir recrear la textura, ya que al eliminar la harina de trigo perdemos también las gliadinas y las prolaminas (gluten) y su habilidad para dar elasticidad, consistencia y esponjosidad a los panes y a las masas horneadas. Esto es importante, ya que la textura es un parámetro que determina la calidad de un pan, siendo preferibles las migas suaves y flexibles por parte de los consumidores.
Según diversos estudios, la incorporación de psyllium no se puede realizar por sí sola al ser complicado obtener un volumen de masa adecuado. Por ello, la industria suele utilizar hidroxipropilmetilcelulosa (HPMC), un espesante que contribuye a aportar este volumen junto con el psyllium, que nos proporciona migas con mayor jugosidad y cohesividad.
Por otro lado, la mayoría de los estantes del supermercado “gluten free” están llenos de productos que añaden gran cantidad de grasa para compensar tecnológicamente la eliminación de gluten. La función del aceite en este caso es la de incrementar la jugosidad de los productos como los bizcochos, propiedad que podemos obtener también añadiendo psyllium. Sin embargo, el hecho de añadir aceite también permite la estabilización de las burbujas de aire en el interior de las masas batidas. El psyllium por sí solo no sería capaz, pero con una mezcla de agua y psyllium, se podría reducir considerablemente la cantidad de aceite añadida, en más de la mitad, y por tanto también reduciríamos el aporte calórico.
Para hacer pan sin gluten
Si te lanzas a elaborar de manera casera pan sin gluten incorporando psyllium, ten en cuenta para que la humedad se absorba correctamente y en el menor tiempo posible, es interesante que el psyllium esté en su forma más finamente molida. Se puede adquirir la cáscara y molerla en el momento o adquirir psyllium en polvo. Recuerda que cuanto más molido esté, menores impurezas presentará y el color del pan será más claro.
En cuanto a la cantidad, si utilizamos únicamente psyllium y no combinamos con otras gomas, el porcentaje que se suele utilizar está entre el 2 y el 4% de la cantidad total de harina utilizada.
Por último, incorporando psyllium a los panes, es importante destacar que no podremos obtener una corteza crujiente. El pan resultante será similar al pan de molde, con una textura más blanda.
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